¿Por qué visitar al podólogo?
Visitar al podólogo no es sólo para cuando hay dolor, sino para prevenir lesiones, mejorar la movilidad y detectar problemas tempranos.
En personas jóvenes el podólogo puede ayudar a corregir o detectar a tiempo alteraciones biomecánicas, como pie valgo, antes de que generen problemas en rodillas o espalda. Revisar callosidades, uñas encarnadas, hongos u otros problemas frecuentes en personas sanas y jóvenes. Orientarte sobre el calzado adecuado para tus actividades. Es una visita preventiva, ideal para evitar problemas futuros.
En adultos ya podrían aparecer cambios en el cuerpo, por lo que el podólogo es útil para detectar el inicio de desgastes articulares, las temidas artrosis. Manejar dolores en talón, metatarso o en empeine por trabajo o deporte. Evaluar la pisada y la postura, que influyen en rodillas, caderas y espalda. Prevenir problemas derivados del sobrepeso, si existiera.
En personas veteranas es especialmente recomendable porque el envejecimiento natural produce pérdida de elasticidad, atrofia muscular y piel más frágil. Aumenta la probabilidad de desarrollar dedos en garra, durezas y alteraciones en las uñas. Es importante vigilar la circulación y la sensibilidad, especialmente si hay diabetes, hipertensión o problemas vasculares. Ayuda a mantener la movilidad y el equilibrio, reduciendo riesgo de caídas accidentales.
En personas mayores de 80 años es fundamental para controlar trastornos que afectan directamente la calidad de vida, dolor, uñas engrosadas, callos y deformidades. Prevenir heridas o infecciones que, en personas mayores, pueden complicarse. Mantener la autonomía, ya que muchas personas no pueden cortarse las uñas o revisar sus pies por sí mismas. Evaluar el calzado y plantillas para mejorar la estabilidad y prevenir caídas.
Si llevas una vida sedentaria también se afectan los pies, y el podólogo sirve para detectar problemas de circulación o inflamación. Controlar posturas inapropiadas al caminar o estar de pie poco frecuente pero prolongadamente. Recomendarte ejercicios simples para recuperar movilidad y prevenir dolores.
Si haces mucho ejercicio, ya sea por profesión o por afición, la visita al podólogo es especialmente importante. Sería muy importante realizar una evaluación biomecánica completa, para optimizar el rendimiento y prevenir lesiones. Revisión del impacto repetido en pies con posible repercusión a niveles superiores. Fabricación de plantillas personalizadas para correr, saltar o realizar tu deporte, siempre que la indicación lo requiera. Asesoramiento sobre el calzado de trabajo o deportivo más adecuado para tu actividad. Tratamiento rápido de ampollas, uñas dañadas, callos o sobrecargas.
Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz
