Heloma de Durlacher

El heloma de Durlacher es una lesión muy desconocida. Sin embargo es bastante frecuente en clínica. La apariencia consiste en que la uña del quinto dedo parece estar dividida en dos, algo que no es así. Anecdóticamente hemos tenido pacientes a los que se les ha llegado a “arrancar” la uña del quinto dedo, creyendo que ésta estaba encarnada. La causa de este heloma (callo) es  la presión y la fricción, ya sea por la biomecánica, o por el uso de calzado anormalmente estrecho e inestable.

La clínica consiste en un dolor punzante, como el del cualquier heloma esté donde esté. El tratamiento indicado es bien simple, visitar a su podólogo para que le realice una quiropodia, y le retire esta lesión haya producido clínica o no, ya que si aún no ha llegado a doler, estará evolucionando y cualquier día puede producir dolor. Si el tiempo de evolución es excesivo (años) y no se ha tratado de manera anómala repetidamente, es posible que se necesite la cirugía para solucionar el problema, afortunadamente esto ocurre en muy extraordinarias ocasiones. Obviamente la intervención quirúrgica no consiste en realizar la atrocidad de “arrancar” la uña (Dios nos libre de ello). La intervención se plantearía según la etiología (causa) del problema, las carasterísticas anatómicas del dedo afectado, así como todas las circunstancias intrínsecas y extrínsecas del paciente.  

En definitiva, es una alteración en el pie, que puede llegar a ser muy dolorosa, pero que es sencillo prevenir y solucionar en sus primeros estadíos.   

Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz

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