Vuelta al calzado cerrado
En breve estaremos volviendo al uso del calzado cerrado. Y con ello vuelven ciertas situaciones incómodas. Los inicios son molestos debido a que sigue haciendo calor, y por tanto se reconcentra la humedad dentro del calzado, afectando al pie. De ahí que la primera medida que debemos tomar es usar calcetines de materiales nobles, ya sea algodón, hilo, lino…..
Las cuatro principales alteraciones cuando volvemos al calzado cerrado son:
- Las rozaduras. Cometemos el error de ponernos el calzado sin calcetines, y la sobrehidratación debida al sudor provoca dichas rozaduras. La mejor manera de evitarlo es el uso del calcetín, y si ello no fuera suficiente, calcetín y crema anti-rozaduras en las zonas conflictivas (NUNCA ENTRE LOS DEDOS).
- Eccema dishidrótico. Pequeñas flictenas (ampollas) con líquido color miel en su interior, parecen puntitos. Además va acompañado de mucho picor en la zona afectada. Aparece por el exceso de humedad en el pie. El uso del calcetín también prevendría bastante la aparición de esta alteración.
- Grietas entre los dedos. El exceso de humedad también es la causa en esta lesión. Un buen secado tras la ducha, mantener un ambiente seco en el calzado, y el uso de calcetín, ayudan a evitar la aparición de éstas.
- Helomas interdigitales. La más dolorosa de las lesiones de la vuelta al calzado cerrado. Los dos factores que la provocan son la fricción (roce) entre los dedos y la humedad. Eliminando una de las causas, desaparece la lesión. Si se convierte en recurrente llega a necesitar cirugía.
Para todas estas alteraciones es preciso controlar la humedad. Existen diversas maneras de controlar la humedad, desde los conocidos polvos para el calzado, a las infiltraciones de botox. Nuestra propuesta en este apartado es LA INTOFORESIS, un tratamiento nada invasivo, nada doloroso, y con una eficacia y duración similar al botox. Sin embargo el precio es mucho más bajo.
Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz