Esta alteración en el calcáneo (hueso del talón) se trata de un espolón picudo en el borde superior de la zona posterior del calcáneo.

Las causas pueden ser diversas, pero estadísticamente las más frecuentes son el uso de calzado demasiado ajustado y/o con un tejido irregular en el talón; una biomecánica alterada debido a una excesiva tensión de la musculatura posterior; correr por zonas elevadas y/o superficies duras.

Como curiosidad, existe una mayor incidencia en climas fríos. No siempre es doloroso, pero cuando lo es, resulta bastante invalidante.

Como en muchas patologías, es imprescindible realizar un buen diagnóstico, ya que es fácil que se confunda con otras lesiones como: tendinitis aquilea; exóstosis posterior de calcáneo; bursitis superficiales o retrocalcánea; celulitis u osteomielitis; Osteoma osteoide; hiperostosis idiopática difusa; espolón aquileo.

El tratamiento pasa por evitar la fricción.

• Calzado con talón descubierto.
• Elevar el talón, para cambiar la zona de fricción, o esta desaparezca.
• Ortesis plantares (plantillas) para controlar la biomecánica y eliminar la fricción que causa el dolor.
• Limitar la actividad que ahonde en la evolución de la lesión.
• Infiltración para bajar la inflamación en la zona perilesional.
• Cremas anti-rozaduras para evitar la fricción en la zona lesionada.
• Antiinfamatorios tópicos o sistémicos para bajar la inflamación circundante de la zona lesionada.
• Cirugía, para eliminar la calcificación formada.

La prevención pasaría por lo mismo, evitar la fricción en la zona.