Esmalte de uñas en los pies
Con mucha frecuencia nos preguntan por la idoneidad o no de los esmaltes de uñas. Bien, pues no puede decirse de ellos que sean beneficiosos para la salud, eso sí, independientemente de ello, existen formas y momentos más o menos idóneos para ponerse esmalte de uñas.
Lo pernicioso de los esmaltes pasa por no permitir que el oxígeno llegue a la lámina ungueal. Si bien el hábitat ideal para los hongos son: humedad, oscuridad y falta de oxígeno, si llevamos esmalte de uñas con calzado cerrado, le estamos brindando un “Resort con todo incluido” a los hongos en nuestras uñas.
Es muy habitual que mujeres con alteraciones ungueales, deseen ponerse esmalte para “ocultar” dichas alteraciones, pues bien la alteración más frecuente es la onicolisis (separación de la lámina ungueal de la piel), cuando existe separación entre la piel y la uña, tenemos “abierta” la primera barrera de protección para evitar una infección por hongos. Por tanto, si una vez que tenemos abierta esa primera barrera, y facilitamos la ausencia de oxígeno con el esmalte, pese a llevar calzado abierto, la probabilidad de sufrir una infección por hongos en la uña afectada aumenta exponencialmente.
En conclusión, ponerse esmalte de uñas no es recomendable para la salud. Sin embargo, es menos malo en época en la que utilicemos calzado abierto, y SIEMPRE que todas nuestras uñas estén completamente pegadas a la piel. Si hemos estamos en mitad de un tratamiento antimicótico, esmaltar las uñas podría revertir todo lo avanzado hasta ese momento. Respecto a los esmaltes permanentes o semipermanentes, su mayor durabilidad ahonda en los problemas generales de los esmaltes.
¿Existe la posibilidad de ponerme esmalte en las uñas teniendo hongos en alguna de ellas? No, pues sólo conseguiríamos aumentar la gravedad de la onicomicosis, y dificultar así su eliminación.
¿Existe la posibilidad de ponerme esmalte en las uñas teniendo separada la uña de la piel? Sí, realizando una reconstrucción ungueal, eliminamos el espacio entre lámina y piel. De esta manera, volvemos a colocar la barrera de protección, y así podríamos poner esmalte. Siempre sin abusar de éste, ya que como hemos repetido en varias ocasiones, no son buenos para la salud de nuestras uñas.
José Ramón Rodríguez Ruiz
Salomé del Boz González