Fascitis plantar y espolón

Esta patología, es quizá, la que nos trae a más pacientes con talalgias a las consultas.

Aunque existe cierta controversia con la terminología, la vamos a llamar fascitis, que no es más que una inflamación de la fascia plantar, en este caso. El dolor es bastante insoportable e invalidante. Suele ser matutino, y a medida que va avanzando el día, tiende a atenuarse o remitir, hasta el día siguiente. El lugar más característico del dolor es la inserción de la fascia en el hueso calcáneo, que se sitúa en el talón, pero también puede doler en el metatarso o en los laterales del pie, es decir, en cualquier punto de la fascia plantar.

CAUSA

Pues el dolor se produce por una inflamación de la fascia plantar, debido a un excesivo estrés de ésta. El hecho de ser un tejido poco vascularizado no permite que el propio organismo repare mediante inflamación las pequeñas o grandes alteraciones que puedan existir en ella. El Estrés se produce por un movimiento patológico que tensa en exceso la fascia, esto puede estar agravado por una contracción o acortamiento de la musculatura posterior de la pierna, lo que daría mayor tensión también. Esa tensión el organismo lo percibe como una agresión al hueso calcáneo enviando calcio para “reparar” el daño, calcificando la fascia, y creándose el famoso espolón calcáneo. Al aparecer el espolón el dolor suele remitir o desaparecer.

TRATAMIENTO

Existen muchos tratamientos paliativos que funcionan bien para la fascitis plantar:

  • Vendaje funcional
  • Vendaje neuromuscular
  • Infiltración de corticoides
  • Infiltración de colágeno
  • Infiltración de PRP (plasma rico en plaquetas o factores de crecimiento)
  • Taloneras
  • Fisioterapia
  • Estiramiento de musculatura posterior.

Todos estos tratamientos van bien, pero todos tienen el mismo problema, y es que no garantizan que vuelva a ocurrirnos esta lesión, salvo que no dejemos de tratarla de manera continua.

El tratamiento definitivo serían unas plantillas personalizadas, que evitarían la tensión de nuestra fascia, ya sea por la anatomía de nuestro pie o por nuestra biomecánica. El uso continuado de plantillas nos garantiza no volver a sufrir nunca más dicha lesión. Sin embargo se recomienda la fisioterapia al principio, para eliminar el dolor con mayor rapidez, y dejar las estructuras, aún mejor dispuestas, que se mantendrían bien el tiempo con las plantillas.

Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz

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