Fracturas por estrés
Pese a que las fracturas de estrés pueden ocurrir en cualquier hueso, son los metatarsianos en los que esta lesión es más frecuente. Dicha fractura puede producirse en huesos sanos, los cuales estén sometidos a cargas repetidas de menor fuerza que las que causan las fracturas comunes.
Pueden diferenciarse dos tipos de fractura de estrés:
- Por fatiga, producida como consecuencia de un estrés extraordinario, o por un exceso de torsión sobre el hueso.
- Por insuficiencia, producido por un estrés rutinario en un hueso con menor elasticidad de la que debiera.
Es en el segundo metatarsiano en el que más habitualmente se produce esta lesión.
La sintomatología consiste en dolor, deformidad, crepitación, hinchazón. Los pacientes suelen referir un periodo largo de estas molestias, que mejoran con el reposo.
El diagnostico se realiza mediante exploración clínica, aunque es necesaria una radiografía para confirmarlo.
El tratamiento suele ser conservador, reiniciando de manera progresiva la actividad, y si fuera necesario con unas plantillas que aportaría mayor estabilidad y equilibrio a la marcha. La intervención quirúrgica solo se necesita en casos extraordinarios.
Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz