Insuficiencia del músculo tibial posterior

Se trata del músculo que actúa como el sostén más importante del arco interno del pie.

El origen de esta alteración puede ser:

  1. Anatómico. Se trata de un pie valgo que va sobrecargando de trabajo a dicho músculo.
  2. Traumático. Por traumatismos externos o internos por nuestra propia biomecánica al caminar o correr.
  3. Sistémico. Por enfermedades inflamatorias.

Se da con relativa frecuencia durante la menopausia. La clínica que presenta esta alteración suele ser dolor en talón, o en zona interna del tobillo. Con más frecuencia de la deseada, nos llegan a las consultas este problema diagnosticado como fascitis plantar o espolón calcáneo. Sin embargo, es relativamente sencillo diferenciar entre estas patologías.

El dolor se puede tratar con analgésicos y anti-inflamatorios, tanto tópicos como sistémicos, incluso por infiltraciones. Pero no se estaría atajando el problema, con lo que nunca nos despojaríamos completamente de la dolencia, en el mejor de los casos lo podríamos conseguir durante un relativo periodo de tiempo.

Para controlar la causa, habría que controlar el movimiento del arco interno del pie con una ortesis plantar (plantilla). Este tratamiento controlaría el movimiento patológico, y evitaría todas las dolencias causadas por dicha alteración muscular.

Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz

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