Una máquina para controlar el sudor: Iontoforesis

¿Qué es la iontoforesis?

La iontoforesis es una técnica de tratamiento que consiste en hacer penetrar en la piel ciertos iones por medio de una corriente eléctrica continua de baja intensidad. Esta técnica tiene diferentes aplicaciones en Medicina. Su mecanismo de acción consiste en que el paso de la corriente provoca una alteración transitoria de las glándulas que producen el sudor, obstruyendo su conducto excretor. Se trata pues de una terapia segura, efectiva y económica.

¿Cómo se aplican las sesiones de iontoforesis?

Cada sesión de iontoforesis consiste en aplicar sobre la zona a tratar una corriente eléctrica durante, por lo general, entre 10 y 20 minutos. Durante el tratamiento es posible sentir un cierto cosquilleo, si bien si se usan equipos de corriente pulsada, como el que usamos en nuestro centro, será poco probable encontrar otras molestias como pueden ser calambres o sensación de quemazón.

¿Con qué frecuencia deben realizarse las sesiones?

Con la mayoría de equipos se recomienda iniciar el tratamiento mediante sesiones de forma diaria o cuasi diaria hasta apreciar mejoría evidente en la sudoración. Posteriormente la frecuencia de las sesiones irá en descenso hasta obtener la mínima frecuencia con la cual la respuesta se mantenga.

Es importante conocer que la iontoforesis no provoca una disminución definitiva del sudor, sino que sus efectos son temporales (durando más o menos dependiendo de susceptibilidad individual); por lo que son necesarias sesiones de recuerdo tras haber alcanzado la respuesta óptima para mantener dicho efecto. La frecuencia de estas sesiones de recuerdo serán muy variables, dependiendo de factores individuales, e incluso según la época del año.

En raros casos la hiperhidrosis puede agravarse al inicio del tratamiento, pero en estos casos este fenómeno se resuelve en 3-5 sesiones.

¿Es posible tener efectos secundarios?

Las sesiones de iontoforesis pueden resultar incómodas, ante la posibilidad de percibir sensación de calambre o quemazón en la zona tratada, aunque esto es infrecuente con los equipos en que se usa corriente pulsada, como comentábamos previamente. En caso de aparecer, estas molestias se mantienen durante el tiempo que dura la sesión, y no provocan ningún otro efecto local o sistémico.

El efecto adverso más frecuente es la sequedad de la piel, y no es raro notar sensación de picor que dura unos minutos en los pies justo tras finalizar cada sesión; con menos frecuencia, puede aparecer enrojecimiento o formación de pequeñas ampollas. En la mayoría de los casos se trata de mínimas lesiones relacionadas con la susceptibilidad de cada persona, el alto amperaje o la elevada frecuencia de las sesiones. Estos efectos adversos son tratables mediante medicación tópica, y por lo general pueden evitarse en futuras sesiones reduciendo el voltaje.

¿En qué casos la iontoforesis está contraindicada?

La técnica está contraindicada en embarazo, pacientes con enfermedades cardíacas, portadores de marcapasos o portadores de otros dispositivos electrónicos, mujeres portadores de DIU que contenga metal, así como aquellos que porten prótesis metálicas ortopédicas cercanas a la zona a tratar o en la zona por la que pasará el flujo de la corriente eléctrica.

Igualmente, está contraindicada para personas con insensibilidad ante estímulos dolorosos.

Por estos motivos, si usted está embarazada, o porta algún tipo de material metálico o tiene alteraciones de la sensibilidad, hágalo saber antes del tratamiento.

Javier del Boz González
Salomé del Boz González

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