“Juanetes” Hallux abductus valgus (HAV) ¿Vuelven a salir si se operan?
El HAV es una deformidad progresiva que se ha definido como un transtorno degenerativo de la alineación de la primera articulación metatarso-falángica, es decir, entre el primer metatarsiano y el primer dedo. Se produce una desviación de dicha articulación en los tres planos del espacio y que altera su función estática y dinámica. Esta patología que provoca la desviación hacia afuera del primer metatarsiano y hacia adentro del primer dedo. Esto irá generando en la zona interna de la articulación afectada una prominencia ósea denominada bunion, y conocida popularmente como «Juanete».
En la actualidad, el HAV es una de las patologías más comunes en la población, sobre todo en las mujeres, cuya causa es multifactorial, siendo la causa predominante la biomecánica. El desarrollo de la patología puede producir un ensanchamiento del antepié, desplazamiento de los dedos menores, provocando que estos se coloquen en forma de garra o martillo, lo que provoca dolor y/o dificultad para calzarse, entre otras consecuencias. Es poco frecuente en niños, aunque a veces se da.
La relación entre calzado y “Juanetes” no sólo se debe directamente al exceso de presión ejercida por éste, sino que indirectamente provoca una atrofia muscular secundaria a la inhibición de la actividad de los dedos. Muchos individuos que usan calzado ajustado no desarrollan la deformidad, incluso se da la curiosidad de aparición de la misma en un solo pie. Por ende, el calzado puede influir, pero no es imprescindible.
La genética es predisponente. Un detalle muy influyente es la forma de la cabeza del primer metatarsiano, que cuando es redondeada (más frecuente en mujeres) es más probable sufrir “Juanetes”.
Tratamiento
La única solución para “los juanetes”, una vez se han producido y duelen en reposo, es la cirugía. Existen una cantidad ingente de técnicas quirúrgicas para eliminarlos. ¿Una vez operados, pueden volver a salir “los Juanetes”? Sí, pero puede evitarse con un tratamiento conservador postquirurgico. Antes de que llegue al extremo de doler en reposo, puede llevarse a cabo un tratamiento conservador(sin cirugía), que detendría la evolución de la alteración, pese a que no se quitaría el grado de alteración producido, sí es posible evitar que se produzca dolor, siempre y cuando no exista antes de comenzar el tratamiento. Un buen tratamiento conservador nos puede evitar una cirugía de “Juanetes” en el futuro. Si está indicado, es mucho mejor operarse los dos pies a la vez. Cuando se ha esperado tanto que hay que intervenir quirúrgicamente, no suelen operarse sólo “Juanetes”, sino que se trabajan dedos en garra o martillo, metatarsianos centrales y más elementos anatómicos alterados por el propio “Juanete”.
Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz