¿Mi hijo necesitará plantillas?
Nuestros hijos siempre son y serán los más guapos, y los mejores en todo, obviamente eso ni puede, ni debe cambiar con el paso de los años. Pero es cierto que ese amor incondicional por nuestros hijos no puede eclipsar pequeñas alteraciones que pueden observarse en los pies. A veces es difícil no hacer “la táctica del avestruz”, mirando para otro lado cuando detectamos alguna alteración en los pies o la marcha de ellos. Sin embargo, existen alteraciones muy sencillas de tratar en la infancia, que si no se trataran podrían desembocar en graves problemas de adultos.
La cultura popular nos ha llevado a pensar que las plantillas sólo sirven para aquellas personas que tienen los pies planos. Pues nada más lejos de la realidad, ya que los pies planos son los pies que menos problemas suelen dar. Pies cavos; pies valgos; rodillas en valgo; rodillas en varo; sobrecargas metatarsales; enfermedad de Sever; enfermedad de Freiberg; marcha en rotación interna (con las puntas de los pies hacia adentro) o externa (con las puntas de los pies muy hacia afuera); marcha de puntillas….. Éstas son algunas de las alteraciones que un simple tratamiento con plantillas puede ayudarnos a solucionar, evitándole así a nuestros niños de hoy día que puedan ser adultos con problemas en los pies y/o todo el miembro inferior en el futuro.
Ahora que comienza un nuevo curso, y les vamos a comprar calzado nuevo, ropa nueva, material para el colegio, es un momento genial para ver si pudieran necesitar plantillas, y así comprar un calzado lo más adecuado posible a las necesidades reales de nuestros hijos.
En nuestro centro poseemos la única cinta de presiones de última generación en Sevilla, lo que nos permite realizar un estudio biomecánico y de la pisadaextremadamente completo. Las plantillas se fabrican por ordenador no dejando lugar a la improvisación, superponiendo la objetividad a la subjetividad del fabricante. Así mismo utilizamos materiales de larga duración, que nos permiten tener plantillas más finas y estrechas, que sí logran realizar toda la función necesaria. De este modo abrimos el abanico para mayor tipo de calzado, y no estar cambiando de plantillas con tanta frecuencia, sólo se necesitaría el cambio en caso de crecimiento del pie de los niños, o de situaciones extraordinarias, como pudieran ser fracturas en miembros inferiores o cirugías en los mismos.
Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz