“OJO DE GALLO” Heloma interdigital.

¿Para qué sufrir dolor, si podemos evitarlo? 

Es una variante de heloma muy frecuente que se forma entre dedos. Los espacios más habituales son el tercer (entre tercer y cuarto dedo) y el cuarto espacio (entre el cuarto  el quinto dedo), aunque puede aparecer en cualquier espacio interdigital. Crece de fuera hacia adentro, y no al contrario, de ahí que no tenga “raíz”, sino que en lo más profundo tienen punta o cabeza.

Tremendamente doloroso, llega a impedir caminar. El hecho de que exista muy poca grasa en la zona donde afecta esta lesión provoca que la cabeza del heloma pueda llegar con relativa facilidad a la cápsula articular del dedo afectado. Es muy frecuente que se produzcan en espejo, es decir, tanto en un dedo como en otro, aunque la experiencia nos dice que una de las dos lesiones suele doler más que la otra.

La causa principal es la fricción entre cóndilos de las articulaciones interdigitales (el roce entre las zonas laterales de las articulaciones de los dedos). Sin embargo, es necesario otro factor para que se llegue a producir el heloma, y este es la humedad. De ahí que con calzado abierto no suela producirse esta patología. Si logramos controlar alguno de los dos factores que provocan esta alteración, evitaríamos que se produjera. Entre los dos factores, el más fácil de controlar es la humedad. 

Existen varias maneras de evitar la humedad en los espacios interdigitales, la primera no ponernos crema hidratante NUNCA entre los dedos; secando exhaustivamente los espacios interdigitales tras el baño o la ducha; evitar el uso de calcetines de materiales sintéticos como son las medias; usando polvos antihumedad para el calzado. Tratamientos físicos contra la sudoración, como la IONTOFORESIS, que ofrecemos en nuestra clínica.

La formación repetida del “ojo de gallo” en el mismo sitio provoca una reacción defensiva del organismo, y es el acúmulo de calcio (Ca) en la zona de la articulación afectada. Esta acumulación de calcio (Ca) provoca un aumento de tamaño artificial de esa parte de la falange del dedo, y esto provoca que la lesión salga cada vez más rápido. En ese caso el tratamiento para solucionar el problema pasaría por una pequeña intervención quirúrgica para eliminar la hipertrofia ósea (el anormal tamaño del hueso).

En definitiva es una lesión muy dolorosa pero fácil de tratar, evitar y eliminar. ¿Para qué sufrir dolor, si podemos evitarlo?  

Agradecimientos al Dr. Pedro Montaño Jiménez

Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz

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