Una actividad recurrente en verano es realizar caminando algunas de las preciosas rutas de las que disponemos en España, en especial el camino de Santiago.

Daremos una serie de pautas para minimizar los estragos que dichas caminatas puedan producirnos, deseando que el cansancio sea el peor de los problemas que podáis tener.

Antes de la Marcha

• Es importante realizar cierto entrenamiento, en función a las etapas que tengamos previsto realizar.
• Usar un calzado adecuado, con suela flexible. Que esté acorde con el terreno y la meteorología.
• Preparar un pequeño botiquín. Antisépticos, protectores, antiácidos…..
• Realizar un correcto corte de uñas, ni excesivamente largas, ni excesivamente cortas, respetando su forma, por supuesto.
• En caso de presentar cualquier alteración o molestias en los pies debe visitar algún centro de Podología.

Justo antes de la salida

• Evitar lavar los pies con agua caliente antes de la salida, ya que favorece la aparición de ampollas.
• Usar crema antirozaduras, para evitar las ampollas en los pies, y en cualquier tipo de rozaduras en el resto de la piel. La vaselina es óptima en caminatas muy cortas, en etapas largas es “un amigo envenenado”.
• Ajustar correctamente calcetines y calzado.
• Si existen rozaduras de días anteriores, cubrirlas con apósitos sin ácidos añadidos, deben haberse curado la noche anterior, y proteger antes de salir.
• No hidratar nunca el pie antes de comenzar la jornada.

Durante la marcha

• Uso de calcetines.
• No estrenar calzado.
• Dar zancadas acorde con el terreno, así como con nuestro porpio patrón de marcha habitual.
• Los bastones nos permitirán repartir más el peso, además de aportarnos mayor estabilidad.
• Realizar pequeños descansos. Revisar los pies y airearlos.

Tras la Marcha

• Minucioso lavado, secado e inspección de pies.
• Aplicación de crema hidratante antes de dormir, NUNCA entre los dedos.
• Usar chanclas en el albergue, incluyendo las duchas.
• Realizar estiramientos de la musculatura involucrada en la marcha.
• Elevar los pies para favorecer el retorno venoso.
• EN CASO DE QUE SE PRODUJERA CUALQUIER ALTERACIÓN EN LOS PIES, VISITAR UN CENTRO PODOLÓGICO PARA BUSCAR LA SOLUCIÓN ADECUADA.