Vamos a la playa

Por fin el verano, las vacaciones, y la playa como gran estrella de nuestro tiempo de asueto. Son muchos los beneficios que nos aporta la playa…… Aire puro, relax….. Pero centrémonos en los pies.

Pasear por la orilla de la playa es muy beneficioso, salvo en determinados casos:

  • Existe una pendiente muy pronunciada. No es beneficioso, nos perjudica desde los pies a la espalda.
  • Existen muchos restos de conchas rotas y/o piedras puntiagudas. No es beneficioso, pues podemos producirnos cortes o clavarnos algo.
  • Exceso de suciedad en la orilla. No es beneficioso, pues nos quedarían restos de basura en nuestros pies.

Ir al chiringuito es un pasatiempo estupendo para degustar manjares de la zona, y disfrutar de buena compañía, pero hay ocasiones en las que se nos pueden estropear esos sublimes momentos.

  • Ir descalzo al chiringuito. ¡No! Podemos clavarnos algún cristal (especial cuidado deben tener aquellas personas con neuropatías sensitivas, como los diabéticos, por ejemplo), incluso microscópicos. Es muy frecuente sacar cristales de los pies de nuestros pacientes en los centros podológicos. Además para favorecer el fresco, el suelo suele regarse con asiduidad, lo que favorece al infección por hongos en los pies, tanto en la piel como en las uñas. Para más problemas, los parásitos están siempre al acecho, y el virus del papiloma humano (popularmente conocido como papiloma) está deseando localizar un huésped para parasitar, no se lo pongamos fácil.

Ir a las duchas antes de salir de la playa, está genial que los ayuntamientos equipen correctamente nuestras playas.

  • No debemos ducharnos descalzos, pues como hemos mencionado antes los parásitos están al acecho, sobretodo hongos y virus, especialmente el virus del papiloma.

Uno de los pocos problemas que le aporta la playa a los pies es la sequedad, la ventaja es que dicho inconveniente tiene fácil arreglo. Todas las noches antes de meternos en la cama nos aplicamos crema en los pies, NUNCA ENTRE LOS DEDOS, y de esta manera minimizamos los perjuicios de dicha sequedad.

¡Disfruten en la playa!

Salomé del Boz González
José Ramón Rodríguez Ruiz

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